Cambio de uso de un antiguo taller de coches que fue garaje y trastero, y ahora lo convertimos en una vivienda amplia con un gran recibidor, cocina abierta, aseo, salón y un dormitorio suite con baño propio y patio. Los propietarios son un matrimonio que querían un espacio cómodo ya que vivían en el mismo bloque, en el tercer piso sin ascensor.
Lo importante era hacer un espacio habitable, con la luz más grande posible y con mucha altura para que el espacio fuera lo más acogedor y amplio posible.
El color azul está muy representado, el color preferido de Esther, la propietaria.
Materiales